antes de aquel invierno que planearon,
aquel invierno maldito que nunca llegó.
Quiso borrar su imagen,
pero ella la había enterrado,
en el refugio antinuclear
más profundo e inaccesible
que había edificado en su corazón.
Aquel otoño,
en el que el agrado de su compañía
lo abandonó,
gemían de añoro,
el viaje a isla Salina que no hicieron,
las cartas que dejaron de escribirse,
las arenas de las playas
que sus cuerpos no tocaron,
la nieve que no alcanzó
a canear sus cabellos.
Parecía fluir
una amable brisa cálida,
y una helada repentina los despistó,
tomaron caminos paralelos
que el viaje fue separando.
Aquel otoño perdido,
no pasó del primer asalto,
ni cambió calma por dedicación,
ni se canjearon deseos por caricias,
ni hubo un inesperado rebobina,
para tratar de cumplir los sueños
que el destino les arrebató.
así ocurre casi siempre
ResponderEliminarlo raro es encontrar amores que pelean juntos por ellos
la modernidad siembra la semilla del "primero yo , segundo yo tercero mi sombra"
abrazos
Lo peor de todo, es que nada puede rellenar el triste espacio que el amor no ocupa. Gracias Eli
EliminarNo te compliques la existencia :)
ResponderEliminarYa te dije que es inevitable complicándose, gracias.
EliminarA veces llega el desamor, y eso no quiere decir que falle alguno de los dos, simplemente, la relación se agota, se acaba por sí misma. Pero aún así,tal como dices, queda ese vacío que no puede llenarse a menos que sea con amor.
ResponderEliminarEs un poema precioso, realmente se te echó de menos estos meses!
espero que el libro esté funcionando bien!
Un enorme abrazo!
Gracias Luna, a veces te queda la sensación de que ese amor que se ha ido, nunca va a ser posible rellenarlo en su totalidad con otro. Intentaré sacar tiempo para conjurar a las musas. Abrazos.
EliminarTe venía echando de menos, Xan, me alegra que hayas vuelto a escribir.
ResponderEliminarNo siempre la vida es de color de rosa, también hay días de lluvia, nostalgia, así como existe el amor, las sonrisas, y felicidad, también está la otra cara de la moneda, el desamor.
Besos.
Aquí mucha lluvia, y una lista interminable de deberes, la inspiración se escapa cuando advierte estas cosas. Gracias María. Abrazos.
EliminarA veces el destino desdibuja esas caricias que se soñaron… Esos besos que divagaron con futuros cercanos, que nunca llegaron…
ResponderEliminarBello, aun en la nostalgia sentida…
Bsoss y abrazos enormes, mi querido amigo... Un placer volver a leerte!
Un placer robarle minutos al reloj para ver que seguís escribiendo como lo hacéis, gracias y abrazos.
EliminarY es que, a veces, en una simple esquina, el camino se divide en esos paralelos, que nunca más llegarán a juntarse.
ResponderEliminarMe alegra leerte de nuevo, Xan.
Un beso.
Y la otra persona sigue su vida paralela a la tuya, pero es posible que los caminos de ambos no se vuelvan a cruzar jamás. Me encantan tus postales. Abrazos.
EliminarAunque no pasara del primer asalto, quedó en sus retinas y seguro que el tiempo vuelve a poner todo en su sitio, como las piezas de un puzzle que siempre encajaron...
ResponderEliminar¡Qué alegría volver a leerte! ¡Un abrazo!
Muchas gracias!, quedó en sus retinas para siempre, ese es el legado. Abrazos.
EliminarEl sufrimiento nace del deseo* (Shopenhauer).
ResponderEliminarLa verdad es que tienes razón, el deseo mueve al mundo y la dependencia lo frena. Gracias.
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