este hacerse mayor a pie cambiado,
sin nadie cómplice cercano
con arrojo suficiente para atestiguártelo,
este descubrir que las fiestas
son siempre más de lo mismo,
este relativizar lo adolescentemente vital,
y revalorizar lo mundano.
Este ronco canto ajado al añoro,
sentirse como una apolillada reliquia
sacada del escombro,
este calzar cenizas con vanagloria,
y mentir para sobrevivir,
sabiéndote perdedor en casa
habiendo ganado fuera.
Este caducar irreversible,
como lo hizo,
el sueño de juventud incumplido,
de un anciano.
Qué se detenga! El tiempo...
ResponderEliminarUn beso
Eso, lo iremos ralentizando con poemas, besos, sueños...
EliminarGracias.
A veces uno se llega a sentir de esa manera, como un escombro, entre cenizas, entre desilusiones y frustraciones.
ResponderEliminarUn besazo.
Es el tiempo, que va plateando las ideas en la cabeza y cuando llega el otoño se desprenden como hojas de árbol.
EliminarOtro beso enorme.
pues echa el ancla a tus recuerdos, a los brillantes, a los bonitos...seguiremos caducando, pero con una sonrisa en los labios.
ResponderEliminarun beso
Genial, caducar sonriendo mola. Un abrazo.
EliminarLa vida en su irremediable e indiscutible caducidad… Sabemos de su existencia, aun cuando intentamos no pensar en ella y sin saber la fecha… No queda otra, asimilar y VIVIR, mientras vivamos…
ResponderEliminarUn placer siempre leerte, Xan…
Bsoss enormes.
todo son fechas y tiempos, esperemos enredar en cosas bonitas como estas, muchas gracias y un abrazo.
Eliminarme gusta mucho este poema, creo que es uno de los más logrados en construcción,profundidad y sentimiento.
ResponderEliminarMe alegra mucho que me lo digas Luna, gracias por tu comentario. Un abrazo grande.
EliminarHabrá que ir mecediéndolo con tacto, mimándolo por defecto, da y quita, con mucha maestría, él, condenado tiempo.
ResponderEliminarDulcifiquemos saboreando los gratos momentos, es lo que nos llevaremos.
Besos, Xan.
Con vuestra atención saboreo cada palabra que me dedicáis. Besos.
EliminarAl menos has vivido el fogonazo de juventud que se brinda a los afortunados, otros sin embargo ya nacimos viejos; perturbadoramente conscientes desde el primer minuto de la oscura ironía del mundo que se cierne sobre nosotros, conscientes de que la alegría no es mas que la sombra que proyecta el dolor, de la vertiginosa velocidad del descenso que todos recorremos en soledad, que haría envidiar al propio Dante.
ResponderEliminarNo hay como no saber, la inocencia es una buena compañera de viaje que nos va abandonando a medida que avanzamos en el camino, tendremos que apurar el vicio del infierno del Dante mientras podamos. Un abrazo.
EliminarEl cuerpo, nuestra piel envejece, caduca; lo que no debemos dejar que lo haga es nuestro corazón, nuestra alma, nuestro sentir... no debemos perder la capacidad de asombrarnos, de creer, de aprender... de renacer desde nuestras cenizas.
ResponderEliminarUn beso.
Totalmente, sino vendrá la nube negra para instalarse en nuestra cabeza. Gracias.
EliminarSabiéndose perdedor en casa
ResponderEliminarhabiendo ganado la guerra...
Xan,
como pesa,
Como hace eco
La batalla
Del día a día
Guerras, batalla
Cantos y arena
Huellas livianas
Otras, tan pesadas.
Besote.
Si que pesa,
EliminarPero siempre que se puede,
Se deja la mochila a un lado,
Y se sueña como un niño.
Un abrazo y gracias.
me ha resultado como un tango
ResponderEliminarno sé porqué pero así lo he leído
y sí, los años no pasan livianos , al final el lastre se atestigua en los huesos y en la mirada
buen domingo
A mi los tangos me apasionan, me hacen soltar lastre, muchas gracias Elisa, pasa un domingo estupendo.
EliminarMe ha parecido fascinante todo lo que has dejado en todos estos versos. Increíble.
ResponderEliminarMe alegro mucho Natalia, a mi me encantan tus poemas. Un beso.
EliminarMás de los mismo, que cada día por compromiso se pone acicalado y en cada paso piensa en lo vivido mientras se le escapa el presente en cada retazo.
ResponderEliminarUn abrazo de luz
A veces ahoga esa sensación de fuga de presente y cogémos cámaras para tatuar instantes en las piedras del camino.
EliminarOtro abrazo y mucha luz. Gracias.
La nube negra es peligrosa.
ResponderEliminarY cada vez hay más.
Por todas partes.
Es muy difícil asumir el ir caducando y sobre todo la muerte.
Saludos.
Cierto, hay que hacer mucho ejercicio mental para esquivar todo eso, hay que tomárselo como un reto más.
EliminarSaludos.
Pero quien nos quita los años de adolescencia, de su alegria, de aquel despertar al amor, de las travas que nos pone la vida en nuestro caminar.
ResponderEliminarMenos mal que el alma, el amor no caducan...Por que anida en lo mas profundo de nosotros..
Un cálido abrazo
Ciertamente el alma, el amor, aunque para mi lo más importante son las ganas. Que nadie nos quite las ganas.
EliminarUn fuerte abrazo.
En nosotros está la fuerza de no dejarse caducar. El asombro, el corage.
ResponderEliminarUn beso.