26 noviembre 2013

TREN A LA INFANCIA


Se me borró tu nombre,
de las maletas de mi recuerdo infantil,
solo me queda un tren
que viaja a través de un túnel
que nunca se acaba,
y en él sentada va tu sonrisa,
y yo enfrente,
y tú me miras,
y yo me sonrojo,
no quedan ya sonidos ni palabras,
se han ido cuarteando,
dejando paso al presente inmediato.

Entonces solo estabas tú,
no había lugar para alguna otra cosa,
ocupabas tantas horas,
que nadie las podría calcular.

Desde entonces,
no dejo de coger y coger trenes,
me siento siempre,
frente a otros asientos,
busco el cristal del ventanal,
pero éste nunca dibuja tu reflejo.

Puede que un día,
coja el tren acertado,
ese día, sabré sentarme,
en el lugar adecuado,
y no necesitaré preguntar
quien eres, ni a dónde vas,
tu reflejo se alegrará de verme de nuevo,
y volverán los sonidos y las palabras,
y el tren se hará más viejo,
y nosotros más niños,
aunque solo sea por un momento.


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