Si antes
de apretar el gatillo,
pudiese imaginar,
vería unos pueblos enfrentados,
la abominación del miedo y el hambre
royendo la dignidad humana,
y una insoportable vergüenza.
Si antes
de jugar a ser dioses,
reverberase el viento
los ecos del pasado,
se fundirían
las pistolas en el olvido.
Las guerras llegan, y siempre cuando se inician cuestan de parar. Ojalá antes de guerrear se pensase un poco.
ResponderEliminarUn abrazo
Necesiamos más y más reflexión y menos odio, está claro. Abrazos.
EliminarLos caprichos de una oligarquía los paga el pueblo inocente con vidas, dolor y hambre.
ResponderEliminarUn beso.
Totalmente de acuerdo, parece que no aprendemos y seguimos siendo las marionetas de siempre. Besos.
EliminarSolo piensa el que dispara, no lo hace quien le dio el arma.
ResponderEliminarEl problema es ese, que piensa, no imagina ni empatiza. Un abrazo.
EliminarSi nos quedara algo de dignidad no habría guerras ni genocidios.
ResponderEliminarSaludos.
Eso ya son palabras mayores, es difícil encontrar dignidad y lo de coherencia ya no digamos. Saludos Toro.
EliminarSi el sentido común fuera la guía, quizás el hombre habría escrito la historia de otro modo
ResponderEliminarAbrazos 🤗
Eso seguro pero la guía es otra mucho más vil. Un abrazo.
EliminarSi antes de hacer algo, pensáramos, nos evitaríamos muchas desgracias.
ResponderEliminarSaludos.
Está claro que deberíamos consultar un poquito a la conciencia, una lástima. Gracias y saludos.
EliminarTremendo poemazo! Denuncia y sensibilidad a partes iguales..qué maravilla!
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Luna, hay que denunciar o al menos intentarlo. Abrazos.
Eliminar