Se fueron
al tiempo de descuento
como hienas en busca de carroña.
No hallaron paz
detrás de las banderas
aunque el progreso bien lo merecía.
¿Por qué un traspiés?
¿por qué un agravio?
si la ambición
es un coche de alta gama sin frenos
que se ha de pagar a toca teja,
si es más fácil
matarnos por sufragio.
Vuelvo a ser
un rehén desconocido
un paso atrás en los deseos
de quien me compra como amigo.
Somos rehenes perpetuos de la condición humana. Poco podemos hacer al respecto, salvo convertirlo en poesía, mientras nos lamemos las heridas.
ResponderEliminarLa poesía redime, o eso espero Kiffi.
EliminarHermoso y sentido, me he sentido así
ResponderEliminarSaludos
Me alegro Eugenia, gracias por pasarte y sentirlo.
EliminarHiena es un símil duro pero carroña donde parece que entramos todos es aún peor. Triste mirada nos dejas, nos vemos retratados. Un abrazo
ResponderEliminarNo encontré otras palabras para expresarlo, hay días mejores también. Gracias Ester y un abrazo.
EliminarLas palabras no son culpables, son además idóneas, es el que nos las merezcamos unos y otros
EliminarEs verdad, creo que esta forma de vida tan vertiginosa nos ha convertido en rehenes,,, rehenes muchas veces de cosas o situaciones innecesarias o superfluas.
ResponderEliminarExcelente como siempre!
Un abrazo!
También hay días que vemos el vaso más vacío de lo que está, pero esa sensación se advierte cada vez más a menudo. Gracias Luna, abrazo grande.
EliminarSomos rehenes de los oligarcas, de contrabandistas de promesas, víctimas de la velocidad con la que viven unos pocos, moribundos en tierras de tipos vivos.
ResponderEliminarUn beso.
Muy duro eso que cuentas, pero por desgracia en la mayoría de los casos es así. Un beso.
Eliminarla esclavitud solo modificó su disfraz con los siglos . pero siempre existirá es parte de la naturaleza humana :(
ResponderEliminarabrazos
No aprendemos nada de nada, es triste. Abrazos.
EliminarDe hecho se abolió la esclavitud, pero hay empresas que dejan sus desperdicios y nosotros seguimos como sus perros, comiendo los restos de sus banquetes.
ResponderEliminarUn abrazo
Parece que se abolió un tipo concreto de esclavitud, quedan muchas, incluso algunas son legales. Gracias y abrazo.
EliminarSiempre he pensado que cuanta más libertad creemos tener, más cadenas nos imponemos. Es un camino un tanto extraño de andar.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Lo malo es cuando nos las imponemos nosotros, eso está claro. Un abrazo Mag.
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