El poeta se ha quedado sin sal,
hoy el poeta no trova,
hoy el poeta zozobra,
en el denso mercurio,
del vacío
sentimental.
El poeta no se inspira,
ni tiembla, ni gime, ni suspira.
No halla distancias,
ni padece desamores,
y ya no captan su atención,
los latidos de otros corazones.
El poeta aparta su miedo, su deseo,
se entrega a la tarea de ocupar su cabeza en otras tareas,
ha encerrado su pasión en una lata hermética.
El poeta no rescata sentimientos del olvido,
porque ahora ya no piensa en quien es,
ni en quien ha sido.
El poeta no es consciente,
de la urgencia que precisa su rescate,
ya no pinta ni extraña la escritura,
cultiva su indolencia sin hacer acopio de amargura.
El poeta avisa de posibles inundaciones.
ResponderEliminarQue alguien, lo suficientemente valiente, lance mensajes embotellados al mar y me lo traiga de vuelta.
Aún así, a pesar de todo, me parece preciosa esta creación tuya. Mil besos y abrazos, amigo.
Gracias, Xan, por tu comentario.
ResponderEliminarQue este excelente poeta no muera jamás! !.
ResponderEliminarHay poetas así... que de tanto dolor, desamor, vida se entumecen un poco... pero el poeta está en la sangre... y aun cuando no escriba en mil años, siempre habrá un poema latiendo en su interior, aunque quizás ni él lo escuche... ¿no crees?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho!
saludos
El Poeta escribe para sus adentros y cuando saca lo que lleva profundo e intenso, suenan campanas.
ResponderEliminar