Como una brizna de hierba fresca
a merced del viento,
con un punto excéntrico de fobia social,
acostumbrada a ir driblando al destino
en un incesante alternar
de aquí para allá
de allá para aquí
sin fondear en ninguna parte,
a dormir de un tirón
hasta la hora de después de la siesta,
a viajar de polizón
en barcos abandonados
que solo el mar capitanea,
a salir indemne
de peleas de almohadas imaginarias.
Hasta que un
día
llegaron esos ojos de huracán,
tan líricos como poderosos,
tan insoportablemente rotundos,
acaparando toda la luz del horizonte,
esas punzadas de dolor en el pecho,
esos brotes de autofobia,
ese temor incomprensible
a perder algo que no posees,
y empezar a soñar con besos
en vez de con palabras,
con caricias
antes que con canciones,
para no volver a sentir
a la soledad separada del miedo.
llegaron esos ojos de huracán,
tan líricos como poderosos,
tan insoportablemente rotundos,
acaparando toda la luz del horizonte,
esas punzadas de dolor en el pecho,
esos brotes de autofobia,
ese temor incomprensible
a perder algo que no posees,
y empezar a soñar con besos
en vez de con palabras,
con caricias
antes que con canciones,
para no volver a sentir
a la soledad separada del miedo.
Me ha encantado. Lo he leído varias veces.
ResponderEliminarGenial, gracias Kiffi todo un honor. Abrazos.
Eliminarel vertigo está instalado en cada verso, y es que cuando ocurre eso del amor ... literalemente es todo caos en la paz individual :)
ResponderEliminarabracitos
Si Cupido acierta date por herido para siempre, y aprende a vivir de nuevo. Abrazos Elisa.
EliminarTu poema vibra, cobra vida propia porque proyecta todo el impulso amoroso que no entiende de límites..Hermoso!
ResponderEliminarAh, eso es que tenías el móvil configurado para que vibrara, jajajaj, gracias Luna, los límites los ponemos nosotros normalmente. Un abrazo.
EliminarAsí empieza el mejor regalo que se pueda tener.
ResponderEliminarBufff, depende para quién, pero sí, sería triste no haberse sentido nunca así.
EliminarUn comienzo y un final bellisimíos. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Inma, buen finde y abrazo.
EliminarAsi es el amor muchas veces y que lindo es haberlo sentido, hoy te leo y recuerdo aquella ansiedad del primer amor.... Saludos.
ResponderEliminarEsa sí que no se olvida nunca, gracias Sandra. Un abrazo.
EliminarEl miedo y la soledad son aliados perfectos pero ambos se disipan, se vuelven cobardes cuando el sueño cobra sentido y la realidad aflora con versos y besos, entonces, todo es magía.
ResponderEliminarUn beso enorme, Xan.
Inquietudes que con la edad se acaban sosegando, aunque a veces vuelven en forma de huracanes. Un beso y un abrazo.
EliminarQue bonito haber sentido esa ansiedad de amor..... Saludos amigo.
ResponderEliminarTrataba de enfrascarla en un poema, gracias Sandra. Un abrazo.
EliminarLo llamen como lo llaman, es verdad que son mariposas bailarinas en las tripas :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Exactamente eso, y no paran de bailar. Un abrazo.
EliminarMenudo laboratorio tenemos ahí adentro eh. Sabemos más o menos cómo funciona la alquimia pero porqué esos ojos y no otros sigue siendo magia. Potente el amor.
ResponderEliminarComo siempre, tus experimentos en letras, un placer
Besitos Xan!
Probablemente esos porque te estaban esperando, aunque no lo sabían, cosas de la alquimia como tú dices. Gracias por tu tiempo. Abrazo.
EliminarQué bonito cuando llega... el que tiene que llegar.
ResponderEliminarSaludos
A veces bonito, otras veces doloroso, sobre todo si no estás preparado, gracis Eugenia, abrazo.
EliminarHermosas palabras Xan. Cuando la mirada se nos aclara y el alma vibra de otra manera, nos sentimos en plenitud con la vida misma. Un alegron volver a las letras. Un abrazo fraterno
ResponderEliminarTodas las vueltas son esperanzadoras, gracias a ti Demian por tus palabras. Abrazo.
Eliminar"Perder algo que no posees"... Parece imposible y sin embargo ocurre. Magnífico poema, Xan. Besos. Soco
ResponderEliminarA veces es tan duro como incomprensible, pero pasa. Gracias Soco por tus palabras. Un abrazo.
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