sus ojos eran verdes
como el oro verde
que brilla
en las playas del paraíso,
oliendo a tierna albahaca fresca.
Los latidos atropellados,
entrecortaban,
las pocas palabras
que lograban ser pronunciadas.
El calor,
comenzaba a hacerse tan insoportable
como su reciente ausencia.
Se marchaba agosto
con las maletas casi vacías,
apagando el faro
de aquella costa,
que nunca,
llegamos a hacer nuestra.
Es como un verano que termina de repente sin tener tiempo a terminar una conversación. Pero no me hagas caso hoy estoy espesa. Abrazos
ResponderEliminarEs prácticamente así, gracias Ester, por tu tiempo. Abrazos.
EliminarParece que fue un verano mágico... de un verde inolvidable!!!
ResponderEliminarSaludos.
Eso sí, aunque sería más mágico si no acabase nunca. Saludos.
EliminarUn julio sublime que no debió dejar paso al agosto tórrido.
ResponderEliminarUn hermoso poema Xan.
Besos
Los julios siempre son buenos, porque están llenos de expectativas para el resto del verano. gracias y abrazos.
EliminarSiempre tendemos a sobrevalorar aquello que "nunca llegó a ser nuestro".
ResponderEliminarAbrazos! :)
Aunque lo haya sido también, jajaja, gracias y abrazos.
EliminarPero debió de ser bonito!!
ResponderEliminarAcaba un tiempo y comienza otro,no tan bien deseado.Sin embargo el recuerdo permanece un poco más
Bello poema Xan
Besucos
Gó
Siempre hay que mirar hacia delante, gaciñas Gó. Besucos.
EliminarMi color favorito es verte.
ResponderEliminarY volver a aquella orilla donde todo pasó tan rápido ante nuestros ojos... mientras no nos lo creíamos.
Besos.
Precioso Laura, desde la primera hasta la última letra. Al menos lo disfrutamos. Besos par ti también.
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