que siempre preferías
morir a matar,
escuchar a contar,
romper a llorar,
pensar a soñar,
tú,
que besabas y te escondías
que amar no te enriquecía.
Yo,
siempre retando a la suerte,
apagando el fuego con mantas,
creyendo que el pasado
es un punto y a parte,
que nadie se molestará en recordar.
Por eso entiendo,
que ya lo contaron todo
los besos que me has dado,
hoy no quiero explicarte
el porqué de este telefonazo,
tómalo como una cita a ciegas
que no ha funcionado.
Y háblame,
háblame sin preguntarme,
que esta noche no voy a escaparme,
que seré la casa sin ventanas
que siempre quisiste que fuera,
y tú serás para mi,
puerta de la entrada del mañana.
Ya me cansé,
de subir al primer tren que pasa,
sin saber a dónde va,
y viajar con una ferroviaria,
siempre sentado de espaldas,
siempre en sentido contrario,
dejando en cada metro de vía,
un pedazo de ganas de vivir la vida.
Muy bueno este poema, Xan, me ha gustado mucho lo que has dicho sobre ... viajar con una ferroviaria, siempre sentado de espaldas, en sentido contrario...
ResponderEliminarUn beso grande.
Sí es una sensación amarga que a veces solo eres capaz de analizarla a tiempo pasado. Un beso más grande.
EliminarYo de ti,nunca me cansaré!!!
ResponderEliminarYo tampoco de tus comentarios.
EliminarSuena, es muy musical! tiene un ritmo interno que me encanta!
ResponderEliminarPuede que influya el escribir escuchando música, jajajja. Gracias Lunaroja.
EliminarBonitos versos que piden mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya que se pide, hay que ser ambiciosos.
EliminarQue mellor que uns versos a estas horas da noite para relaxarse antes de ir durmir.
ResponderEliminarNon deixas de sorprender.
Que mellor que uns versos a estas horas da noite para relaxarse antes de ir durmir.
ResponderEliminarNon deixas de sorprender.
Que mellor que un comentario sexa a hora da noite que sexa, para ir soñar agradecido. Grazas.
EliminarGústame Moito Xan..
ResponderEliminarGrazas, agárdote aquí para recuncar.
EliminarSiempre hay un viaje especial, único en un tren que sin quedarse sentado en el banco de un solitario apeadero dejamos partir o simplemente nos tuvimos que bajar, para seguir ruta.
ResponderEliminarEl camino sigue, llegan otros trenes, te sientas y desde la ventana atisbas parajes nuevos, fijas la mirada con una sonrisa de esperanza que sin poder ver la estación de destino creés que es la adecuada.
Túneles, puentes, curvas, rectas, que siempre traen sorpresas
Pero...de pronto el convoy se para, esperas, bajas a las vías, fumas un cigarro, suena el silbato y reanuda la marcha..... ahora la locomotora va en el extremo opuesto, miras por la ventana y llega el recuerdo, las preguntas, los porqué ...por qué por mucho que se reniegue necesitas subir a aquel tren único para recoger tanto que se dejó en una maleta perdida
No sé si estás cansado
EliminarTal vez uno se cansa de esa lucha feroz entre razón y corazón
Tal vez agota esa búsqueda de paz más que de felicidad
Increíble Ino, vaya comentario, creo que es de los mejores que me hicieron en el blog, la verdad es que contesto por ser cortés, porque no tengo palabras a la altura para hacerlo, un millón de gracias, un abrazo y un beso.
Eliminar"al final de este viaje en la vida quedará una cura de tiempo y amor
ResponderEliminaruna gasa que envuelva un viejo dolor... S R"
toda queja a veces queda en eso
hacer es lo que marca diferencia
buen fin de semana
gracias por tu huella
Qué bonita esa canción de Silvio, muchas gracias por tu visita.
EliminarCuando uno llega a ese punto hay que hacer caso únicamente al corazón.
ResponderEliminarSaludos.
A veces también se engaña, o no.
EliminarPrecioso poema. Besos.
ResponderEliminarGracias Amapola!
EliminarEs amargo ir a contracorriente, desgraciadamente...
ResponderEliminarBesos, Xan.
Entrar en un camino con alguien sabiendo que se va a bifurcar y que cada uno tomará un lado. Gracias Yayone
Eliminar