Sus ojos
poderosos glaciares
donde el deseo congela,
su voz
ramilletes de campanillas
que acarician la brisa,
su boca
una mañana repleta de sol.
Su pelo,
un laberinto
de donde no salir con vida,
su piel
la candidez
que desarma todas las armas.
Olvido es y no lo sabe,
inocente
como un pájaro perdido.
Una bonita descripción, que la inocencia le dure. Un abrazo
ResponderEliminarSeguro, porque le es innata. Un abrazo.
EliminarDescribes a la perfección el punto G. Muy bueno. Felicitaciones Xan.
ResponderEliminarAbrazos
Jajaja, no pretendía, pero si así los viste, genial. Abrazos y gracias Tatiana.
EliminarEs un ser que realmente atrapa. Por esos seres espesiales que los encontremos.
ResponderEliminarUn abrazo
Esperemos que nunca dejemos de encontrarlos en nuestro camino, sino todo perderá su encanto. Abrazo.
EliminarQué bonitos y dulces versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Noelia por tus dulces palabras también. Abrazos.
EliminarEs bonito perderse en la inocencia buscando el amor.
ResponderEliminarUn beso.
Sería todo tan idílico, mientras durase. Un beso.
EliminarLa inocencia es el delicioso caramelo que se te atasca en la garganta y te acaba asfixiando.
ResponderEliminarHay gente que usó la inocencia como arma, nunca se sabe mi querida Kiffi.
EliminarDulzura en los versos, la inocencia es una gema cada vez más rara
ResponderEliminarAbrazos 🤗
Es rara porque nadie la valora, cada vez menos. Abrazos.
EliminarTen cuidado con meterte en según qué laberintos, que después cuesta mucho salir de ellos... 😉 Beso grande.
ResponderEliminarYa es tarde para todo eso, cuando la pluma lo manifiesta siempre es tarde, pero gracias por la advertencia. Arbrazo y besos.
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