lo había deseado con el alma,
sacar un pie,
y ponerle la zancadilla
a tanto frenético aislamiento inhumano.
Ya veis,
los deseos son como los proverbios,
al final
se acaban cumpliendo.
Y ahora al fin,
puede vivir,
quedar con amigos,
tener otra oportunidad
de volver a empezar,
acordarse de ella,
trazar un gran plan
con la estrategia perfecta,
asomarse a la ventana,
saltar de nube en nube
y despertar abrazado a la almohada.
Leer para viajar,
cantar para bailar,
escribir para amar,
charlar con los vecinos,
encontrar la purga
de tanta carencia hacinada en la piel,
y llorar con las noticias,
y aplaudir a los héroes
que luchan mano a mano con la muerte.
Después de todo,
Él será el último que se lave las manos.
Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga.
ResponderEliminarTodos tenemos tiempo a reflexionar, y eso es muy interesante. Abrazos.
EliminarOjalá podamos aprender de esto!
ResponderEliminarSolidaridad y empatía!
besos.
Siempre se aprende de estas situaciones, gracias Luna. Besos y abrazos.
EliminarUna de las lecciones que deberíamos aprender de todo esto... que la vida es un regalo y que tenemos que disfrutarla siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarEso sin duda querida Laura, sin duda, abrazos.
EliminarUn abrazo.
ResponderEliminarOtro para ti Amampola.
EliminarPues es un aporte excelente, hemos soñado por poder aplaudir a los héroes de verdad. Poder leer, escribir, soñar, reflexionar, no mirar el reloj, no madrugar...
ResponderEliminarUn abrazo y por lo bueno de esta crisi, sin olvidar el drama que entraña, claro
La idea es esa, reflexionar sobre lo bueno y lo malo, Un abrazo enorme.
EliminarApreciar lo bueno de la vida, que es mucho y valorarlo.
ResponderEliminarMe gustan tus palabras.
Cuídate mucho.
Un abrazo
Es importante apreciar las cosas sencillas, para valorar luego todo lo demás, un abrazo Carmela.
EliminarUn fuerte abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, abrazos.
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