Hay sangre en las calles,
en los diarios, en la ropa,
sangre en las fronteras,
en la revolución,
en el odio, en los celos,
sangre en el coltán de los móviles,
en la guerra, en los hospitales,
en la ira, en la inconsciencia,
sangre en las carreteras,
en las fosas olvidadas,
en las minas, en las catedrales,
sangre en la memoria,
en la venganza, en la avaricia.
Y tan poca sangre en las venas,
tan poca en las cabezas.
En muchas cabezas ni sangre ni riego...
ResponderEliminarNi interés por empezar a tenerlo.
EliminarTREMENDO!
ResponderEliminarQue sensación desoladora transmiten hoy tus versos. Una realidad lamentablemente cotidiana...
Un abrazo!
Las realidades, a veces duelen, querida Luna, gracias y abrazos.
EliminarA unos se les vuelve agua a otros vino, y a la sangre le echamos la culpa. Abrazos
ResponderEliminarLa culpa siempre es de todos. Gracias y abrazos.
EliminarUn poema poderoso!
ResponderEliminarUn beso, Xan.
La idea era esa, pero siempre se puede mejorar, gracias Carmela y besos.
EliminarAsí es y bien triste la realidad.Por eso pongamos una música,leamos un verso,pintemos la vida sin sangre que ya es demasiada la que se derrama cada día
ResponderEliminarMuy bueno el poema!!
Besucos
Gó
Demasiada sangre sí, y mucha para no cambiar nada, esa es la que más duele. Besucos.
EliminarUn buen viaje por el descalabro de este mundo
ResponderEliminary con un final perfecto,
enhorabuena.
un abrazo.
Si mundo descalabrado con necesidad de que reaccionemos. Gracias Javier, abrazos.
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