24 octubre 2019

MI AMADA ESPERANZA

No la reconocí,
la vez
que la vi pasar
entre las anotaciones
que mueven mis vientos.
Se acordaría de venir a visitarme
las pocas veces
que yo estaba de viaje.
Se despediría  con un beso
desde aquel tren,
que perdí a la normalidad.
Estaría cerca de abrazarla,
antes de verla saltar por la proa
de un velero llamado “desesperación”.
Y a punto de acariciarla
en aquella manifestación,
justo antes de que  los nacionales
empezasen a cargarnos.
Las veces que llamó
tendría mal colgado el teléfono,
la veces que la llamé
había cambiado de dirección.
Suspiraba con poder alcanzarla,
y acabé olvidándola,
porque nadie me había explicado,
que era tan especial,
que solo con saber quererla bastaba.

10 comentarios:

  1. Olvidarla seguro que no.
    Para prueba, el poema.

    Saludos.

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    1. Ya esa era la clave, se intenta olvidar por un tiempo, pero no se puede. Gracias.

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  2. No es necesario olvidar, los recuerdos no tienen que doler, mas bien acompañan. Un abrazo

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    1. No la olvidé pero la esperanza es así, cuando no la deseas no aparece. Abrazos.

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  3. Parece como el estallido de una burbuja,pero el pensamiento puede más
    EL recuerdo anida en él
    Bonito poema,a pesar de la burbuja
    Besucos

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    1. El pensamiento es muy potente, ayuda mucho. Besucos.

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  4. Hay amores que jamas se olvidaran si laten en un poema como este que leo. Saludos. Un placer.

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  5. La esperanza siempre es una buena compañía.

    Besos.

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    1. Sí, nunca debemos olvidarnos de ella. Abrazos.

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