caricias que no dieron,
ni los labios esperando el regusto
de besos que no recibieron,
ni la nariz recordando aromas
que no llegó a catar,
ni la piel erizándose por susurros
nunca escuchados.
No fueron
los caprichos,
ni las mentiras,
ni las formas,
ni los sujetos,
ni la envidia,
de toda la nada que no hubo.
No fueron a su encuentro,
ni nadie los llamó,
no existieron en los otros,
ni en el futuro llevado al presente,
ni en el selectivo alegre pasado reciente.
No tumbaron barreras
después de escalar paredes gigantes,
ni se quedaron a velar ausencias en casa,
ni ayudaron a cauterizar heridas con tontería.
Porque nunca hubo una amistad,
que llegara para desarmarlos.
Oh Xan, qué tremendo, a medida que voy avanzando por los versos, hay toda una reflexión acerca del darse cuenta, de caer las expectativas,de la renuncia.
ResponderEliminarPrecioso.
Un beso!
El caso es levantarse al fin y al cabo siempre vamos a caer. Gracias Luna, abrazos y besos.
EliminarDuele percatarse de la cruda realidad.
ResponderEliminarAunque a la larga, es lo mejor.
Un abrazo, Xan.
Percatarse siempre es bueno, el caso es abrir los ojos a tiempo. Abrazos Carmela.
EliminarDemasiada gente y pocas personas... allí, cerca, aquí...
ResponderEliminarAl final existen pocas cosas verdaderas. Solo la piel, el día a día en la palabra o la mirada cara a cara... el resto ... melodía (por siempre) inacabada.
Gran comentario y muy sabio, al final las nuevas tecnologías nos alejan más que acercarnos. Abrazo #siempre AtHe.
Eliminarde lo mucho... poco
ResponderEliminary entre muchos... algunos
abrazos
Y poco sabe a mucho si es verdadero. Abrazos.
EliminarParece que yo los tengo muy cerrados porque no he estado alerta a algunas cosas que han suceddido.
ResponderEliminarPero,como yo digo,la verdad siempre permanece por encima de cualquier camino angosto,aunque cuesta mucho asimilarlo
Buen poema ,con fuerza!!
Besucos Xam
Gó
La verdad es para uno mismo y eso nadie lo puede quitar, fuera para ti y dale. Abrazos.
EliminarNos engañamos con palabras y espejismos... luego un día rascas y compruebas que no había nada... que todo era una farsa.
ResponderEliminarEso pasa las primeras veces, luego es todo llover sobre mojado. Gracias Toro.
EliminarLa nada puede enredarnos como un todo para llegar a la conclusión de que nunca abandonamos el vacío.
ResponderEliminarUn beso.
Lo único que nos llevaremos, un trocito de vacío. Un abrazo Ildu y gracias.
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