Lo más desolador,
es recoger tu ropa inerte,
cerrar tu maleta,
perderla de vista para siempre.
Volver a una casa extraña,
rehacer una vida herida,
cambiar atenazado de dolor las sábanas.
Es muy duro,
hablar con quien te nombra,
y con quien, por temor a incomodarme,
al no nombrarte también te nombra.
¿Cómo consigo
que el tiempo oxide tus huellas?,
para que ya no me duelan,
para sacar al menos una mano,
fuera de este vasto abismo.
¿Cómo desabrazo
estas paredes que abrazamos,
aun cargadas de abrazos?,
¿Cómo distraigo
al corazón,
de un pasado cercano?,
¿Cómo desahogo
este océano de miedo?,
si no paran de llover y llover,
recuerdos, recuerdos y más recuerdos.
Hay preguntas que ahorcan
ResponderEliminaresas que sin duda en el instante de nacer
no tienen respuesta
Hay preguntas que ojala nunca tuviéramos que hacernos;pero tus letras reconfortan tanto!!!
ResponderEliminarQuizás lo consigas escribiendo poemas tan buenos como este.
ResponderEliminarMuchas gracias MaRía [PieL] y un honor TORO SALVAJE que me hayas visitado!!
ResponderEliminarLo mejor de la vida son las preguntas
ResponderEliminarun besito, una gran entrada :)
www.humanfilters.blogspot.com
No sé porqué no me salen las actualizaciones de tu blog y me había perdido esta maravilla...
ResponderEliminarTu Casa en Quebranto explica el dolor y la ausencia como pocas veces he leído.
Besos.
Muchas gracias Lola y Eme!!!
ResponderEliminar