¡Ay!, se ahoga un suspirito,
en unos labios verdes,
verdes como el agua viva.
¡Ay!, yo no entiendo de oro,
pero su piel es un tejío,
de algún metal precioso.
¡Ay!, a pedacitos, a ratitos,
de sueños y vigilias,
empensando en
ella,
se me va la cabeza,
y la vida entera.
¡Qué bonito! ^^
ResponderEliminarSi hay !ay! es q algo hay.
ResponderEliminar