Eras santo remedio,
antídoto de enero,
camita de placer.
Eras rosa vertiginosa,
cautiva del amanecer.
Ahora ya no sos rosa,
ni bacana,
sos suspiro hecho sombra.
Y las gotas de rocío que te empapaban,
ahora huyen de tus hojas.
Perecerá mi recuerdo,
mi dolor, mi maldad,
más tú serás mazorca de rosa,
envejecida en la pubertad.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminaren inglés?
ResponderEliminar